Relaja y sorprende agradablemente. Estimula las sensaciones y emociones antiguas: el aroma nos transporta a los momentos dulces de la infancia. Alivia la depresión, la tristeza, la soledad: es como un abrazo que brinda consuelo y calidez, es un compañero ideal durante el invierno y puede ser de gran apoyo cada vez se transiten situaciones difíciles. Libera la sensualidad oculta y subconsciente. Ayuda a disolver la cólera reprimida y la frustración. Minimiza la falta de confianza entre las personas.